Nudo árbol. Málaga. Foto de Margarita Álvarez |
En la Comunidad de Catalunya de la ELP
hemos inaugurado un nuevo espacio llamado: "La Escuela en el siglo
XXI" (1). Se trata, en él, de reflexionar sobre la Escuela, hoy. Para este
cuatrimestre hemos tomado el texto El acto de fundación (1964).
Dado que el próximo año será el cincuentenario de la fundación, por parte de
Lacan, de su Escuela, se trata de volver a leer el texto, de interrogarlo desde
la actualidad.
Me limitaré aquí a situar
algunos puntos que han ido saliendo a lo largo de las tres sesiones en relación
a la letra, la lectura y la soledad del analista.
Lo inanalizable
En la primera sesión, Toni
Vicens situó el contexto del Acto de Fundación (1964) y de la crisis institucional que
finalizó con la exclusión de Lacan del cuerpo de docentes de la IPA en noviembre
de 1963, lo que le deja en posición de objeto resto. “Fui negociado” –dirá al
respecto. Sin embargo, Lacan no queda en esa posición de “excomulgado”,
“mutilado” de la IPA, sino de separación, y se pone a producir. En 1964, extrajo
los 4 conceptos fundamentales, reformuló el objeto a y fundó su Escuela.
Mientras que para la IPA
no hay lo inanalizable, y por eso pueden buscar los fundamentos biológicos del
inconsciente, para Lacan sí. Ya lo había introducido en su seminario, en 1959, con el
concepto de das Ding, que devendrá ese año, el undécimo de su seminario, el objeto causa del deseo.
Lo inanalizable toca a las dificultades de transmisión del psicoanálisis. Lacan
inicia ahí el camino que le llevará a plantear, tres años más tarde, en 1967,
su Proposición sobre el pase y el analista de la Escuela.
La Escuela
La transmisión en psicoanálisis se hace a
través de la transferencia. La Escuela se funda en ella.
El nombre de nuestra escuela, la Escuela Lacaniana
de Psicoanálisis, como la mayoría de las escuelas de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, hace referencia al nombre de Lacan, que nos causa.
En el Acto de fundación, Lacan comienza
hablando de la soledad: “Fundo, tan solo como siempre he estado en mi relación
con la causa analítica…”
Lo propio de la comunidad
analítica es la soledad, inanalizable, y la manera de hacer “colectividad”: la
Escuela como un conjunto de soledades.
La causa analítica se basa
en la inexistencia del Otro, causa perdida. Estamos buscando la ley que une la
causa y el efecto. A lo largo de su enseñanza, Lacan nos enseña cómo intenta atrapar eso que se escapa.
En El banquete de los
analistas, J.-A. Miller señala que, en Lacan, la Escuela pasa a ser otro concepto
fundamental, el quinto. Él toma la idea de escuela de las escuelas antiguas, donde tenía una función
ética: entrar en una implicaba cambiar el modo de vivir.
En la actualidad, señaló Toni Vicens, el
concepto de Escuela se puede tomar como un anudamiento RSI, con tres dimensiones:
1. Una dimensión imaginaria: la Escuela como lugar de
transmisión del discurso analítico.
2. Una dimensión simbólica: la Escuela como lugar de formación,
donde se crea la ignorancia: todo saber debe apuntar a una x nueva. Se trata de
formalizar para despejar la incógnita.
3. Una dimensión real, relacionada con el valor de control de
la escuela. Es un lugar de rectificación de la ética que se puede poner en
línea con la rectificación subjetiva que hay a la entrada de un tratamiento.
Pero nunca tendremos el control del control. Se trata de una apuesta forzada.
No tenemos la opción de quedarnos con un saber establecido. Tenemos que apostar
por algo nuevo. En esta dimensión real de la Escuela se juega su futuro. La Escuela se hace cargo de lo interminable de los análisis.
Una lectura transferencial
La lectura es algo común a la escuela antigua y la escuela
analítica. La Escuela es un aparato de lectura, se basa en la lectura, que se
hace en soledad. La Escuela transita entonces por la lectura, la letra y la
soledad.
La soledad de la letra. La letra es una marca de goce y, en este sentido, toca el cuerpo. Por eso es necesario abordar la investigación sobre el cuerpo en nuestros debates actuales sobre la clínica y sus malestares.
En El acto de fundación, Lacan da mucha importancia a las
publicaciones. Él se interesó por aquellos autores, como Marguerite Duras o James
Joyce, cuya práctica anudaba escritura y cuerpo y, en ese sentido, tocaba a la
práctica del psicoanálisis. Es importante que estemos atentos a las modalidades
de lectura y escritura de nuestra época, que no son solo del tipo de una
escritura adormecedora, que favorece el olvido.
En relación a la pregunta de cómo se elabora el saber en la actualidad, Toni Vicens señaló que en la época
de Lacan la elaboración de saber tenía lugar en la universidad. Sin embargo, en
la actualidad, dicha elaboración corre a cargo del mercado, es decir, ha
desaparecido.
Hay una masa de falsos lectores de Lacan, especialmente en las
universidades norteamericanas, aunque eso siempre nos acaba llegando. Entre ellos, encontramos autores destacados como
Zizek o Agamben, que reúnen a un gran auditorio cada vez que dan una
conferencia. Pero, ellos toman el texto lacaniano sin la transferencia. No
corren el riesgo del amor, el riesgo de no encontrar sentido; manejan un saber
muerto y no se enteran de lo subversivo de la teoría lacaniana. Si el psicoanálisis deja de lado la transferencia, lo pierde
todo.
En relación al Seminario de la Escuela, organizado por el Consejo
de la ELP en las distintas comunidades el pasado sábado, Toni Vicens se refirió
al título: “Después el Edipo, todos analizantes” que, según planteó el Consejo en su texto de presentación, hace referencia a que el analista
es también, en otra escena, pero conectada a ella, analizante, y que no debe
cerrar la dimensión de la experiencia del inconsciente. Se puede entender
también, concluyó Toni Vicens, que un analizante es alguien bajo transferencia.
Hemos de constituir eso como agalma.
Nota:
1. Los trabajos presentados en este espacio están publicados en general Freudiana 67 y 68. Mi texto, "La escuela de Lacan: del fracaso al acto y retorno", se puede leer en este mismo blog en la siguiente entrada:
http://www.elblogdemargaritaalvarez.com/2013/09/la-escuela-de-lacan-del-fracaso-al-acto.html
Nota:
1. Los trabajos presentados en este espacio están publicados en general Freudiana 67 y 68. Mi texto, "La escuela de Lacan: del fracaso al acto y retorno", se puede leer en este mismo blog en la siguiente entrada:
http://www.elblogdemargaritaalvarez.com/2013/09/la-escuela-de-lacan-del-fracaso-al-acto.html
2 comentarios:
'Correr el riesgo del amor, el riesgo de no encontrar sentido...'. Bella proposición. Gracias por este texto.
Gracias Carlos. Un saludo.
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