jueves, 20 de mayo de 2010

EL AMOR Y SUS MODALIDADES LÓGICAS (2). EL AMOR CORTES O LA IMPOSIBILIDAD LOGICA DEL AMOR

Hasta el siglo XI, las principales obras occidentales sobre el amor, tomaban en consideración tan solo la perspectiva masculina del amor, tal como podemos ver en el diálogo de Platón sobre la Erótica (1) o en la obra amatoria de Ovidio (2). Sin embargo, a finales de dicho siglo, Andrés el Capellán escribe De amore (3), un tratado sobre el amor donde aparece por primera vez el punto de vista femenino. 
El autor afirma, en él, que las mujeres no tienen los mismos principios que los hombres, sino que son inestables y mudables. Por otro lado, considera que ningún hombre puede satisfacer nunca a una mujer pues los intereses de ésta exceden siempre al amor que pueda sentir por él.
En este tratado, encontramos además las reglas sobre el amor que regularán las relaciones entre los hombres y las mujeres en los siguientes siglos.
Durante el siglo XII, en un mundo fuertemente determinado por las relaciones de vasallaje como suponía el feudalismo, donde las mujeres estaban sometidas a la autoridad del hombre, se producirá un fenómeno histórico sin precedentes: la Dama se erigirá en el centro de interés y será el eje de toda la producción lírica trovadoresca, que llevará el nombre de la Fin’amor o Amor Fina, aunque se haya generalizado de manera poco adecuada como Amor Cortés, término apropiado tan solo para las novelas de caballería del norte de Francia.
Trataré de analizar sucintamente de qué se trata en la Dama. En primer lugar, es preciso aclarar que no se trata de la fembra (mujer), sino de la domna, domina, es decir, la señora, por lo general esposa o hija de un señor feudal y, por tanto, apropiada para recibir la sumisión que supone el vasallaje. El trovador, que se identifica con el enamorado cortés, rinde culto a través de sus canciones a una Dama, a la que considera como un ser superior en el sentido jerárquico de la sociedad, siendo su situación ante ella similar a la de un vasallo ante un señor.
Aunque se pueda identificar a muchas de estas Damas con ciertas damas que tuvieron una existencia real, en La ética del psicoanálisis, Lacan señala que las descripciones que los trovadores hacen de ellas adolece de rasgos particulares como si fuera siempre la misma, lo que evidencia que hay en juego una función simbólica. El trovador crea a la Dama a través del significante y la eleva al rango de un Otro absoluto, un Otro real y, en cuanto tal, inaccesible.
El objeto es elevado a la dignidad de la Cosa, de das Ding, el Otro prehistórico, real, inolvidable, inaccesible en tanto se sitúa en los límites de lo simbólico, más allá del campo significante, en la inminencia del goce. Acceder a él implicaría la abolición simbólica, salir del campo de la palabra. 
Bajo este modo sublimado, el objeto se presenta, se imaginariza como un partenaire infernal, inhumano. Pero, Lacan contradice que en esta sublimación desaparezca el objeto sexual (4). Analiza una canción de Arnaut Daniel (5), uno de los más apreciados trovadores occitanos que ejerció una gran influencia sobre Dante. En esta obra, la Dama aparece, a la vez, como mujer idealizada, como Otro, y como objeto degradado, como a, en un lugar construido con significantes alrededor de un vacío en torno al cual se sublima el deseo.
La ficción del amor cortés pone en suspenso el encuentro sexual y demora la realización del deseo. La inaccesibilidad de la Dama se presenta en relación a distintos obstáculos: a veces la Dama era la mujer de otro, normalmente del señor feudal, a quien el caballero debía el respeto del vasallaje; otras, el caballero debía de realizar hazañas que probaran su amor por la Dama en un camino de amelhiorament o perfeccionamiento según ordenaban los ideales corteses. Aunque en la realidad se produjeran encuentros sexuales, la ficción sostiene ese ideal de postergación del deseo que lo ratifica como imposible.
En Aún, Lacan se refiere a esta modalidad del amor y plantea que el obstáculo no son las condiciones de la realidad sino las condiciones estructurales que este amor mima, escenifica (6). El amor cortés es el amor en su imposibilidad que viene a suplir el imposible lógico: la relación sexual que no cesa de no escribirse.
(*) Segundo apartado del texto "Algunos dichos del amor y sus modalidades lógicas", publicado en la revista Freudiana 29. Barcelona: CdC-ELP, 2000.
Para leer el texto completo: http://www.elblogdemargaritaalvarez.com/2012/10/algunos-dichos-del-amor-y-sus_14.html

Notas
1. Platon. "Banquete". En: Diálogos III. Madrid: Gredos, col. "Biblioteca Clásica", 1986.
2. Ovidio, Publio. Obra amatoria, 2 vols. Madrid: CSIC, 1991.
3. El Capellán, Andrés. De amore. Tratado sobre el amor. Barcelona: Sirmio, 1990.
4. Lacan, Jacques. El Seminario, libro VII: La ética del psicoanálisis. Buenos Aires: Paidos, 1992, pp. 197-200.
5. Daniel, Arnaut. Poesías. Barcelona: Sirmio, col. "Quaderns Crema",1994, p. 217.
6. Lacan, Jacques. El Seminario, libro XX: Aún. Barcelona: Paidós, 1992, p. 85.

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